lunes, 7 de marzo de 2011

La invasión de Tripoli, una cuestión peliaguda

LA SITUACIÓN: OPINIÓN PÚBLICA Y NECESIDAD DE INTERVENCIÓN

El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen acaba de avisar a Gadafi: "Si  su Ejército sigue atacando sistemáticamente a la población, no puedo imaginar que la comunidad internacional se quede mirando". "Mucha gente en todo el mundo se verá tentada a decir: hagamos algo para detener esta masacre".

Y es que en los últimos días, la resistencia inesperada del líder libio y los intentos de recuperar ciudades
como Ras Lanuf están enquistando el conflicto y empeorando la situación de refugiados y civiles. Además el dictador continúa bombardeando ciudades y asesinando opositores.

Claro está que si el dictador logra tapar algunas de sus horrendas acciones, la comunidad internacional no tendrá ninguna prisa por llevar a cabo la invasión. Pero a día de hoy, parece difícil ocultarlo, pues la red y la cantidad de periodistas en Libia hace imposible ocultar las denuncias que hemos visto desde Trípoli mediante Twitter o los bombardeos aéreos.

Las principales trabas para una invasión vienen desde Estados Unidos. Ni el partido republicano, ni el Senado, ni i quiera el presidente Obama están por la labor de que a pesar de que para una eventual invasión haría falta tan solo unos pocos de miles de soldados o numerosas fuerzas de élite junto a bombardeos selectivos.

Y es que la crisis, y las malas experiencias de Irak y Afganistán hacen que se trate de evitar cualquier intervención que dejara víctimas norteamericanas y que además, contradiga la política que Obama ha defendido con sus críticas a Irak. Dependerá en gran medida de la opinión pública en Estados Unidos y su nivel de peticiones de intervención, probablemente menor que la de Europa.

OTRO TIPO DE INTERVENCIÓN Y LA IMPORTANCIA DEL CRUDO LIBIO

Lo más probable, es que se realicen ayudas de material a los rebeldes y formación militar. Así lo radian el presidente del Senado norteamericano y analistas famosos como Timothy Garton Ash. Sería una forma de asegurarse un control del crudo, o al menos evitar cualquier política de los rebeldes que nacionalizara el oro negro. 

De momento los rebeldes no quieren intervención, probablemente porque saben que ello conllevaría pero  mantener una cuota importante del crudo para las empresas extranjeras como contra pago, así como una inestimable intervención directa en la formación del nuevo gobierno.


La contraofensiva de Gadafi se dirige ahora hacia la ciudad de Ras Lanuf, desde donde se accede a los pozos de petróleo del entro del país. Si el dictador ase hace con toda esta zona la guerra estaría perdida para los rebeldes. Pasaría a controlar la zona petrolífera del centro del país, sus puertos y un cúmulo de ciudades, que significaría un tercio del estado, así como la extracción y los beneficios del crudo.


LA INVASIÓN




Estados unidos cuenta con el USS Ponce, el USS Kearsearge (en la foto), barcos de desembarco, desplazados en la zona desde hace semanas. Las bases de Aviano o Rota servirían  para realizar bombardeos selectivos. 


Los británicos cuentan con las tropas acantonadas en Gibraltar y Malta, donde se encuentran ya su prestigioso regimiento de los  Black Watch escoceses. 


En todo caso, la invasión comenzaría si Gadafi se hace con la zona de Ras Lanuf y se atisbara que los contratos del crudo pasaran de nuevo a manos nacionales por el apoyo a los rebeldes de las potencias.


Otra cuestn clave es que Estados Unidos y al OTAN requieren el apoyo de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque han avisado que podrían no hacer caso e él. Y es que prefieren aprobar cualquier decisión con ellos, y es posible que China, temerosa de perder sus contratos en Libia no apoye la invasión por miedo a perder parte del pastel.


En definitiva aún se deben atar acuerdos antes de una eventual invasión. Con China, con los rebeldes, con Italia, que cuenta con miles de millones de inversión de la familia Gadafi...  sólo la continuación de los crímenes de Gadafi y el enfado de la opinión pública ante la no intervención, sobretodo en USA, forzarían el ataque, que de realizarse, es posible que requiriera un par de miles de soldados, fuerzas especiales y apoyo aéreo.