
Las pasadas elecciones autonómicas significaron un cambió definitivo en Euskadi. La aplastante victoria en Guipúzcoa y los buenos resultados en el resto de la comunidad aútonoma de Bildu, la coalición que agrupa a la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna (EA) y Alternatiba, la escisión de IU/EB, es el símbolo de un antes y un después en el conflicto entre nacionalistas y constitucionalistas que dejaba prever ya claramente la siguiente declaración del fin de la “lucha armada de ETA”.