La última brabuconada de las autoridades marroquíes en el campo de refugiados de Agdaym Izik y en la ciudad de El Aiún hubiera sido mucho más improbable sin la posición tibia del gobierno español sobre el referendum saharaui.
Si bien sabemos que la capacidad de España de dirimir en el conflicto en favor del respeto a un referendum de independencia es escasa, debido al apoyo francés y norteamericano a Marruecos, también es cierto que una posición de apoyo sin fisuras a la independencia podría haber evitado ésta y posteriores demostraciones de fuerza.
Primero porque aunque algunos crean que los ataques se deban al inicio de las negociaciones en la ONU entre el Frente Polisario y Marruecos, no se hubieran producido realmente sin la debilidad de la posición española, y prueba de ello es que hasta que España no cambió su posición de apoyo incondicional al referendum nunca habían sido de tal magnitud. Ha habido importantes rondas de negociaciones anteriormente y nunca había ocurrido semejante